Doy testimonio de mi experiencia en el comedor comunitario “Denles ustedes de comer”, dirigido por las hermanas Carmelitas Misioneras de la parroquia San Agustín del Retablo, con el apoyo económico de la Fundación Carmelo Misionero Solidario.
Donde no solo nos dan alimentos, si no también nos dan formación para aprender a relacionarnos mejor con los vecinos y nuestras familias; hacíamos actividades para conocernos y saber los valores que tenemos y cómo relacionarnos mejor con las personas.
Me gusta la forma como nos fuimos relacionando con las otras familias que también participaban. Quiero aprovechar para dar gracias a todos los que nos ayudan a salir de la pobreza y a ensenarnos cómo alcanzar nuestros sueños de vivir mejor.
María del Carmen Morales Martínez